Decoración en Menorca
Decoración en Menorca

El minimalismo como filosofía para decorar tu casa

La filosofía minimalista en decoración —y en cualquier otra disciplina o faceta— puede resumirse en la célebre y concisa frase menos es más. El minimalismo aplicado en una vivienda consiste, básicamente, en decorar con pocos objetos. Estos deben, en conjunto, formar un todo armonioso. Esta armonía visual debe traducirse en una armonía emocional, motivo por el que más que hablar de un ‘estilo’, cuando se trata de minimalismo, preferimos utilizar el término ‘filosofía’. Hoy Coalco, empresa de reformas en Elche, Alicante, nos habla del minimalismo.

Pragmatismo

Una de las características esenciales del minimalismo es que los elementos decorativos deben cumplir una función determinada. Dicho de otro modo, deben ser pragmáticos y no ocupar espacio porque sí. Siguiendo esta idea, adornos pequeños tales como jarrones, cestas, fotografías, alfombras, etc., deberían ser relegados al trastero si realmente perseguimos un objetivo minimalista.

Objetos grandes

Si queremos incluir algún tipo de adorno extra (como una escultura, un cuadro o una planta), este deberá ser de proporciones considerables y acaparar todo el protagonismo del espacio en el que se localice. No obstante, conviene no abusar de este tipo de recursos, ya que estaríamos incurriendo en un error común: la hiperestimulación. En resumen, no llenes tu salón de objetos gigantes.

Sobriedad en el color

Como decíamos, pretendemos obtener un todo armónico, para lo cual los colores juegan un papel crucial. El minimalismo se caracteriza por sus tonalidades claras y sobrias, nada agresivas. El blanco suele ser predominante y alternar con colores pastel. El color del mobiliario debe ir acompasado con el de las paredes y el techo. Algunos diseñadores optan por arriesgar y buscar contrastes un tanto bruscos, normalmente oponiendo tonos oscuros y crudos —sobre todo aportados por los materiales del mobiliario— al blanco, aunque hay que ser muy diestro para hacer esto sin que se nos vaya de las manos.

Líneas rectas

Otro de los puntales minimalistas son las líneas rectas. La importancia de la geometría es esencial para la consecución de la paz que deseamos transmitir, y la rectitud en las formas es el camino más eficaz para lograr ese objetivo. Así, por ejemplo, las sinuosidades y pliegues provocados por cortinas suelen sustituidas por la linealidad de los estores.

Amplitud y desnudez

La amplitud y la desnudez son dos constantes que hemos de tener presentes en todo momento. Para ello, es crucial calcular la distancia entre los distintos elementos que conforman una estancia: debe quedar espacio de sobra para que caminemos con absoluta libertad, incluso para que bailemos sin temor a tropezar o a tirar nada. Esta sensación de desnudez, casi por sí sola, traerá consigo otra característica: la profundidad. Tradicionalmente, conseguir una sensación de profundidad recaía casi por completo en la elección de los colores, y si bien es cierto que combinar distintas tonalidades con buen criterio ofrecía resultados considerables, no lo es menos que el efecto solía resultar un tanto forzado. Sin embargo, la profundidad minimalista a la que nos referimos —que no deja del todo de lado a los colores sino que los integra en un todo mayor— es más auténtica, ya que su efecto trasciende lo visual para instalarse en un plano mucho más interesante: el de las emociones.

Los materiales

En cuanto a la selección de los materiales, en una decoración minimalista siempre hallaremos ecos de la naturaleza. La madera y la piedra suelen ser protagonistas, aportando una dosis de serenidad que no puede ser igualada por material sintético alguno.

Las variantes nórdica e industrial

Puede decirse que los estilos nórdico e industrial están enmarcados dentro del concepto más vasto del minimalismo. Ambos se caracterizan por la austeridad, siendo la principal diferencia entre ellos que el nórdico se decanta por tonalidades neutras y una atmósfera general más plácida y luminosa, mientras que el industrial destaca por la desnudez y la crudeza en cuanto a la selección y presentación de los materiales se refiere.

La importancia de la luz

La colocación de los puntos de luz es otro de los aspectos clave en el minimalismo decorativo. En la medida de lo posible, la luz natural debe ser la protagonista —por encima de la artificial—. Este aspecto deberá ser tenido en cuenta antes de distribuir los distintos elementos de la estancia. Asimismo, incluiremos poco puntos de luz artificial —cuantos menos, mejor—, y eliminaremos o cubriremos los poco atractivos enchufes de las paredes.