Arquitectura británica en Menorca

0
7666
Arquitectura británica en Menorca
Arquitectura británica en Menorca

Menorca aún tiene regusto británico. Desde sus mirados de las casas, pasando por sus ventanas verde oscuro de guillotinas o los edificios de color “rojo inglés”, el legado de la isla del Reino Unido sigue presente en otra isla, la perteneciente al archipiélago de las islas Baleares, Menorca.

En mitad del Mediterráneo se encuentra la isla más oriental y septentrional de las Islas Baleares (España). Cuenta con un puerto natural de grandes dimensiones en Mahón, la capital, que es un refugio ideal para los vientos del norte, y eso, claro, lo vieron muy “claro” los británicos.

Estos habitantes de tierras lejanas, allá por el siglo XVIII, escogieron como punto estratégico para conquistarlo y hacerse con este enclave de embarcaciones con rumbo a destinos lejanos.

¿Qué podemos encontrar en Menorca legado de la conquista inglesa?

Menorca estuvo bajo el dominio de la corono de Gran Bretaña cerca de un siglo de duración. Desde su conquista en 1708 realizada por una escuadra anglo-holandesa en la Guerra de Sucesión Española, la isla Balear pasó a la soberanía inglesa por el Tratado de Utrecht de 1713, al igual que Gibraltar.

Desde 1708 hasta 1802 la isla española no fue de España, estuvo bajo el dominio inglés 71 años, 15 en manos españolas por la Guerra de los Siete Años (1756-1763) y 7 bajo el dominio francés (1782-1798).

En estos años de posesión, Menorca tuvo muchas influencias británicas, que fue fruto de la cultura que se fraguó con el paso de habitantes de Gran Bretaña en la isla. Muchas son las palabras de origen inglés que se han incorporado al menorquín, además de platos en su gastronomía, danzas, juegos infantiles, entre otros aspectos.

Bow window: la primera parada que debemos realizar para visitar todo el legado británico que dejó esta conquista son los numerosos boinders o bow window que decoran la isla de las Baleares. Esto no son más que mirados o típicas ventanas de guillotina que aún siguen en pie en muchas casas de Menorca.

Además de esta tradición inglesa, en la isla podemos encontrar muchos muebles aún presentes de la época de conquista, del estilo de la época, Chippendale, Reina Ana, etc. o comidas típicas como el jugo de carne “grevi”, la manteca inglesa, los tradicionales “Puddings” o los sabrosos “Piquéis”, que son alcaparras y pepinillos en adobo.

Puntos clave para visitar

Isla del Rey: también conocida bajo en nombre de The Bloody Islanda, es un islote que podemos encontrar entre la capital de Menorca, Mahón, y Es Castell que construyeron los británicos destinado a ser un hospital militar en el siglo XVIII. Recibe su nombre porque allí llegó por primera vez Alfonso II.

Fuerte Marlborough: construido entre los años 1720 y 1726, este espacio debe su nombre al duque de Marlborough, John Churchill, y se creó con la función de proteger al puerto de Mahón de las amenazas. Fue destruido por los españoles en la reconquista de la isla, pero se volvió a reconstruir años después.

Camino d’en Kane: recibe su nombre de Richard Kane, un militar irlandés que gobernó en Menorca desde 1712 hasta 1717. Se construyó como red de caminos para agilizar la comunicación militar y agrícola entre Castillo de San Felipe y Ciutadella.

Torre d’en Quart: dispositivo de defensa construido en la isla que no está ubicado en la costa, como era de esperar, sino que se hizo para defender en las zonas más vulnerables de los ataques piratas.

Lazareto: un espacio creado en el siglo XVIII como lugar sanitario debido a la epidemia de peste bubónica procedente de Oriente y del norte de África. Allí se mantenían a los pacientes en cuarentena y, actualmente, es un bien de Interés Cultural que se puede visitar en los meses de estío.

Torre de la princesa: el último enclave que visitar pasar por el acantilado de La Mola. Una zona construida en la conquista británica para evitar desembarcos enemigos en Es Freus. También, en esta torre se almacenaban la pólvora y los víveres necesarios para las continuas guerras y se disparaba el cañón desde la terraza. Hoy día, se puede visitar como museo.