Alzheimer en Menorca

La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo que surge por la pérdida de neuronas que provoca a su vez una insuficiente producción de dopamina, una sustancia muy importante para la parte del cerebro que controla el sistema motor. Algunos de los síntomas más frecuentes son temblores en manos, brazos y piernas, rigidez en las articulaciones, lentitud en los movimientos o problemas de coordinación o equilibrio, así como frustración, trastornos del sueño o depresión. Esta enfermedad suele aparecer en torno a los 60 años (a veces antes) y es más común en hombres que en mujeres. No existe aún una cura, solamente tratamientos farmacológicos que ayudan a mejorar los síntomas o, muy pocas veces, una operación quirúrgica. Las causas siguen siendo desconocidas, puede ser una combinación entre genética, factores medioambientales y envejecimiento del organismo, y se trata de una enfermedad crónica y progresiva, la segunda patología más frecuente después del Alzheimer dentro de los denominados «trastornos del movimiento». 

El Parkinson afecta, en resumidas cuentas, al Sistema Nervioso Central, en especial a las partes del cerebro encargadas de coordinar los movimientos y la postura y de mantener el tono muscular. Para conseguir este mantenimiento de las funciones motoras, la rehabilitación física es muy importante, por lo que se considera fundamental realizar algún tipo de actividad física cada día o sumarse a terapias alternativas y complementarias: osteopatía, hidroterapia, yoga, Tai Chi, pilates… El ArteTerapia es también una de ellas. A principios del siglo XX se consolida como una profesión y desde hace más de 60 años empieza a realizarse ya con fines terapéuticos. A través de esta práctica, se pretende mejorar la autonomía del paciente (tanto física como emocional, pues se reduce considerablemente la ansiedad). Gracias a la creatividad, los pacientes consiguen expresar sus emociones y mejoran el rendimiento cognitivo. 

El objetivo de esta terapia artística es aprender a conocerse a uno mismo, mejorar la calidad de vida a través de materiales artísticos, superar conflictos (tanto físicos como psicológicos), mejorar el autocontrol y estimular la relajación, favorecer la creatividad y la espontaneidad, mantener la mente activa potenciado la memoria, la atención y la coordinación, mejorar la comunicación (tanto consigo mismo como con los demás), etc. A través de ejercicios de pintura, teatro, danza o música (entre otros) propuestos por un terapeuta, y sin ser necesarias grandes dotes artísticas, el paciente manifiesta consciente e inconscientemente lo que lleva dentro y gana en espontaneidad, responsabilidad y sinceridad. Se trata de conseguir un aprendizaje continuo en el que se tome conciencia de determinados hechos y actitudes y, a través del compromiso, se intente llegar a un equilibrio y adquirir autonomía e independencia.

Co una gran dosis de paciencia y mucha ayuda y comprensión por parte de las personas que lo rodean (familiares y cuidadores), se pretende que el paciente sea capaz de adaptarse a las nuevas circunstancias y que consiga mantener su independencia, pero también que se divierta, socialice con otras personas que pueden encontrarse en su misma situación y comprenda que el movimiento forma parte del proceso de recuperación.

Mas información sobre Alzheimer en Menorca en: Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Menorca